“No te untes las manos, sirve sin soborno”

La Alta Dirección de la Auditoría General de la República, aprobó la política de Gestión Antisoborno, punto de partida determinante para la implementación del Sistema de Gestión Antisoborno, un mecanismo adicional en la lucha contra la corrupción que busca fortalecer los valores y principios que caracterizar la ética en el servicio público de la entidad.

En la política aprobada por el Comité Institucional de Gestión y Desempeño y socializada esta semana, se destaca: “La AGR, en el marco de una gestión institucional y en la; búsqueda de transformar el Control Fiscal, prohíbe de manera expresa cualquier práctica de soborno, en favor propio o de un tercero, para que un servidor público de la AGR haga o deje de hacer una actividad, en contra del ordenamiento legal”.

Dicha política, marcada bajo el lema “no te untes las manos, sirve sin soborno”,  se sustenta en la búsqueda de objetivos claros: formular e implementar el Sistema de Gestión Antisoborno bajo estándares internacionales; fortalecer las competencias del personal de la AGR, la gestión del riesgo de soborno, el establecimiento de controles para prevenir estas malas prácticas y el tratamiento de denuncias presentadas por presuntos actos de corrupción protegiendo la identidad del denunciante en buena fe para evitar represalias.

La AGR, a pesar de ser una institución relativamente joven, como organismo de control autónomo e independiente, con la implementación de esta política, logró el reconocimiento y el respaldo de los presidentes de la Altas Cortes. Para la Auditora General de la República, doctora Alma Carmenza Erazo Montenegro, el crecimiento de los niveles de corrupción percibidos por la ciudadanía en el fenómeno del soborno, hacen necesario redoblar los esfuerzos para recomponer la confianza en las instituciones. “Ante una situación tan delicada, nosotros como ciudadanos y como institución no podemos ser indiferentes”, reafirmó la Auditora.

El alcance del Sistema de Gestión Antisoborno que se implementa en la AGR, se estructura en el marco de la vigilancia de la gestión fiscal de las contralorías del país, mediante el desarrollo de los procesos misionales denominados gestión del proceso auditor, gestión de procesos fiscales y participación ciudadana.

La AGR, a pesar de ser una institución relativamente joven, como organismo de control autónomo e independiente, con la implementación de esta política, logró el reconocimiento y respaldo de los presidentes de la Altas Cortes.